+ ¿Qué?
- Tus ojos, son realmente bonitos.
+ Eso no es verdad.
- ¿Cómo qué no? No me creo que nunca te lo hayan dicho.
+ Pues
no, nunca, son marrones.
- ¿Y que tiene que ver que sean marrones?
+ Qué son
muy típicos, los tiene todo el mundo, no tienen nada de especial.
- Yo no lo
veo así, unos ojos no son bonitos por el color, sino por lo que transmiten,
por ese sentimiento por el cuál al mirarlos te hagan sonreir, extremecerte e
incluso cortarte la respiración. ¿Me entiendes? Y los tuyos a mi, por lo menos, me lo transmiten, tus ojos son... Lo más bonito que podré ver nunca, sí,
sin duda, unos bonitos y perfectos ojos marrones.