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domingo, 1 de julio de 2012

Y volvamos a enamorarnos.


Me preguntas ¿qué es lo que me pasa? Pues si te digo la verdad, no lo sé. Es que no llego a ninguna conclusión, estoy más perdida que nunca, y no tengo claro lo que eso significa. No son celos, no es poca comunicación, no es timidez y tampoco rencor. ¿Me preguntas si te quiero? Ni siquiera lo tengo claro. No hay recuerdos, no hay cariño, no hay risas ni hay ilusión. Me preguntas ¿qué nos queda? Pero, ¿cómo voy yo a saberlo? Quizás simplemente las cosas tengan que acabar. Puede que un día, lejos, cerca, no importa donde, comprendamos cuál fue nuestro error. Algún día.




Comerte el mundo.-



Claro que sí, comerte el mundo, beberte el miedo, gritarle al mundo entero que es tu hora, que te da igual todo, que la vida son dos días y hay que disfrutarlos como nunca, que, sino, pasa tu vida y no haces nada de lo que de verdad sientes por tus venas, así que sal por esa puerta y aunque esté lloviendo, sal, grita, baila, corre, y vive. Eso es lo más importante, vivir como si mañana se acabara el mundo, fuera malos rollos, sé tú, sé feliz, con él o sin él, pero sé feliz, jodeles a todos aquellos que creían que no lo conseguirías sacandoles tu mejor sonrisa del bolsillo.

Cree en algo más que la realidad.


 - ¿Por qué dices que estás obsesionada?
+ Porque no puedo dejar de pensar en él ni un puto segundo.
- Eso no es obsesión.
+ ¿Ah, no? ¿Entonces qué es, listo? 
- Amor.

Asi que... A soñar! ♥


Dicen que tardamos 7 minutos en dormirnos y que en los primeros seis minutos y cincuenta y nueve segundos, nuestra cabeza, autumáticamente, reproduce todos y cada uno de los momentos vividos a lo largo de ese día; y que en el último segundo, aparece la persona que te ha hecho feliz hoy. Finalmente, el cerebro se queda con lo más importante, con lo que más le ha gustado y lo transmite en forma de película, una película llamada sueños.